sábado, 13 de octubre de 2012

La mejor experiencia de mi vida Celia Galina Rodríguez

Llegar a la feria es poner tus sentidos al cien por ciento; se respira un olor a comida poblana; a ambiente familiar tranquilo, antes de llegar podías haber jurado conocer cada color habido y por haber en
el mundo, pero llegar y estar contacto con todo sabes que en ese momento estás viviendo una experiencia nueva, nuevos olores, gente, sensaciones, sentimientos, despertares, aprendizajes y más. Primera parada como punto de reunión la fuente junto a los portales; debo confesar que hace ya muchos años yo no había asistido a la feria de Cholula, al llegar pude ver puestos de todo un
poco, desde comida, dulces, mascotas, artesanías, figuras de vidrio soplado, madera, papel y de más, realmente hay de todo y para todos.
Esa idea de llegar a un lugar donde realmente vas a la expectativa literalmente me ínsita por la simple razón que le das la gran oportunidad a ese lugar de poder sorprenderte, de poder aprender algo nuevo ese día, ver gente, nuevas costumbres, otros estilos de vida.
Después de quinientas horas llega al fin mi compañera de aventuras, la señorita Maxil, como podía esperarse, ni una ni la otra sabíamos para dónde ir, por lo tanto; decidimos empezar a aminar a lo pentarugo e ir papaloteando por toda la feria, estábamos consientes que para poder escribir y narrar la magia de la feria., primero, antes de todo, la debíamos de vivir, sentir, gozar.
El día estaba; estaba que es ganancia, no había mucho sol, pocas nubes y mucho aire; en fin, pudimos apreciar de todo afuera del domo sabíamos que íbamos a encontrar la esencia de la feria, y efectivamente, bastaba voltear para todos lados y ver a los comerciantes con sus familias, pudimos de igual manera apreciar el gusto de la gente que asistía con varias cosas y alimentos dispuestos a ser parte del trueque, era un ambiente que sabemos de ante mano solo se puede encontrar en México.
Es realmente muy lindo el poder ver que estás siendo parte
de algo tan significante y que sobre todo te mantiene día a
día feliz de tus orígenes.
Después de todo, de tanto dar vueltas, tomar fotos infraganti, tomar video, llegamos al domo donde encontramos de todo.
De todo, desde la pulserita, plata, talavera, hasta chequeos médicos,
realmente es totalmente distinto lo que te puedes llegar a encontrar en un lugar, ya dentro del domo es otra onda, es otro comercio.
Y como realmente iba sin mucho dinero, decidimos seguir viendo que había de nuevo y así, pasamos por los ya conocidos “portales” donde debo confesar que todo lo que veía lo quería, todo o por lo menos la mayoría de objetos, pulseras, anillos, collares y de más eran hechos a mano; había gente de muchos lugares, de México, DF, de Puebla, de San Luis Potosi.
Todos traían un aire de amor y paz, la mayoría con rastas, cabello alborotado, ropa extremadamente holgada, ellos muy posesionados en su papel.
He aprendido que debes empezar a abrir los ojos y ver mucho más de lo que ellos te permiten, si no de igual manera, empezar a ver la vida con los ojos del alma, de tu espíritu guerrero, que día a día busca un mejor estado y posición, está vez fue una simple salida a Cholula, que según era para ver bien lo que era un trueque, sin embargo, terminó siendo una de las mejores experiencias, ya que no solo vi lo que me rodeaba, si no, de igual o mejor manera, pude ver que en el rostro de la demás gente existía una energía, la cual se contagia en días tan bellos como en los que el día de hoy pude ver, y gracias a Dios vivir :).

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