Ven a visitar a la hermosa ciudad de Cholula, Puebla Vanelli Mayor Tiro

 

En la 62ª celebración de la feria de Cholula se observa un hermoso
paisaje; el cielo tiene un nublado perfecto para pasear en el lugar y no requemarse y a lo lejos el hermoso volcán Popocatepelt cubierto
de nieve.

Se observa a la gente disfrutar de la feria alegres por estar ahí. Entramos al domo de los estands y me acerqué a un puesto de dulces típicos como el camote, el tamarindo, los borrachitos, las obleas y palanquetas que cuestan desde cinco
hasta veinte pesos.

Hablar de comida; con solo oler el rico sabor de las chalupas; los elotes asados, el mole, los chiles poblanos en rajas con queso, la cecina, y los famosísimos chiles en nogada que no pueden faltar. Seguí caminando y encontré a una persona de Nealtican que traía fruta como la manzana panochera, las granadas reventadas, los cacahuates, y las nueces que por cierto me dió a probar una granada que estaba muy sabrosa; seguí caminando con Yerandi y una señorita muy amable nos dió a probar un helado de coco que estaba muy rico. Lo interesante de los helados es que su cáscara era la envoltura del helado, le preguntamos a la señora si le podíamos hacer unas preguntas y ella muy amable nos dijo que viene de Texcoco, estado de México; que llevan 40 años haciendo helados y 12 años viniendo a la feria, los helados cuestan de treinta a treinta y cinco pesos; el más caro era el de mamey, pero también el de manzana, el de tequila, el de durazno, y el de pera.

Seguí mi recorrido y nos encontramos con un puesto de talavera y el joven que nos atiende es muy amable y nos cuenta que viene de San Matías Ocotlán, que tiene tres años viniendo a la feria de Cholula ya que su producto se vende muy bien, tenia platos, vasos, floreros, jarras y pinturas entre otras artesanías. Sus precios son desde quince pesos, hasta treinta mil pesos y mientras más caminaba, más me sorprendía.

Me encontré con una señora que viene del estado de Guerrero; ella lleva 18 años viniendo a vender a la feria me dice que ya son dos generaciones trabajando el barro y la palma para hacer sus artesanías como floreros, alcancías, pulseras entre otras cosas sus precios varian entre los diez y cincuenta pesos.
Salimos del domo de la feria y quisimos entrevistar a una señora que se veía que era de la sierra pero ella nos dijo que no nos podía decir nada; entoces,  encontramos a uno de los organizador y nos dijo que es una de las ferias más grandes y tradicionales de la región que no solo asisten personas de la comunidad y del país, sino que también han venido comerciantes extranjeros; como Ahihuan o Kevin, lo quisimos entrevistar pero solo nos dió unos datos porque ya lo había entrevistado un compañero. La organizadora no nos quiso decir cuánto era el ingreso de la feria pero lo recaudado es para financiar las modificaciones del zócalo, de casa de la cultura e iglesia de la virgen de los Remedios.

La feria es de tipo cultural y gastronómica -según nos dicen-, seguí recorriendo los puestos de la feria y por supuesto, no podían
faltar los juegos mecánicos que estaban caros, cincuenta pesos.
Subimos a la iglesia de los Remedios; la vista desde ahí es maravillosa algo que me sorprendió mucho es que había como un altar fuera de la iglesia con banderas de otros países; pregunté el por qué, pero no hubo quien me respondiera. Pasamos a vistar a la virgen y cuando salimos estaban quemando los juegos artificiales,  ya era muy tarde y mi visita a Cholula,  fue una experiencia bonita.