No sé de dónde vienes, no sé a dónde vas, pero sé que no puedo evitar sentir felicidad al ver tu sonrisa linda y tus ojos resplandecientes;
te juro que yo daría hasta un millón de brillantes por ellos; me gustas, yo lo sé, no lo puedo evitar, porque tu eres la niña más bella del planeta y no digo que no haya otras, pero por tí si corto rosas;
mas puede ser obsoleto, platónico y puro, mi gustar de tí, como el vino al paladar, mas en el fondo de mi ser sé que no puede pasar la semilla del dolor que resta felicidad;
se alimenta de rencor y mi vida apañará, pues el recuerdo de un amor que no supo valorar me sigue calando dentro y me duele respirar
es como una droga al drogadicto, como un cincel al escultor; eso significaba sangre en mi corazón, mas mi cuerpo abandonó y como hemorragia de mi vida se escapó;
ya no puedo tenerla, ya no puedo vivir, sólo lo hago por inercia y por ese mismo gusto, vivo por mis letras, existo por mis amigos y el afecto que me dan, mas la media noche llega, la obscuridad se ha revelado y lucho cada noche con el pasado despiadado ...
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