Yo tenía un amigo llamado Juan Carlos, es la mejor persona en el mundo que he conocido en mi corta vida e incluso daría mi vida por esa persona; muchos me preguntaron por qué le tenía tanta estimación a tal grado, era simple de contestar: “porque él me sonríe con el corazón”; mis compañeros no entendían lo que yo quería decir, eso lo podía ver en sus miradas confundidas, pero a pesar de eso, nadie me lo había preguntado hasta ahora ¡Sí! , amigo, tú eres el primero que me hace esa pregunta, por ello me he tomado este tiempo para escribir estos pequeños párrafos en los que te plasmo mis razones por las cuales digo esa frase con mucho orgullo.
Era un viernes normal traquilo como siempre, bueno eso es lo que yo pensaba, salí como todos los días rumbo a mi escuela, subí al trasporte el cual estaba repleto de chavos y chavas, al igual que yo nos dirigíamos tarde a la escuela, todos iban hablando de tonterías de quien era más bonita, quien tenía más novias, quien era más popular cosas así que como jóvenes les damos la mayor importancia, algunos gritaban otros solo ofendían, yo solo esperaba que se desocupara un pequeño asiento por fin se desocupó después de varios minutos parado, me senté, iba tan distraído con lo que los demás iban diciendo, que no me fijé con quien me había sentado. Había sido junto a un joven güero de ojos verdes, al verlo no se me hizo grata su compañía pero que lata, aun faltaba mucho para llegar , y yo no tenía ganas de irme parado, así que desistí, me quedé sentado y sin saberlo había tomado la mejor decisión de mi vida, al poco rato él se volteó y me dijo con voz un poco aguda ; -“Que fríos nos hemos vuelto, ¿No lo crees?” yo me le quedé viendo pensando, a éste que le pasa, se me hace que está loco, entonces prosiguió preguntándome: ¿Cuándo fue la última vez que sonreíste con el corazón?- yo contesté: no lo sé, que tonterías preguntas, como ¿Qué cuando sonreí con el corazón?, él no se cohibió a lo que respondió: sí, cuándo fue la última vez que al sonreírle a alguna persona sentiste como a ella y a ti mismo se les alegraba el corazón hasta el punto de sentirse más vivos; lo has notado, ahora la gente sólo sonríe por el simple hecho de no verse mal ante las demás personas, la sonrisa ha perdido su valor, yo recordaba que si antes alguien te sonreía, era símbolo de amistad, que a partir de ese momento tal vez no estaría contigo durante toda tu vida, pero mientras esa sonrisa existiera, él te daría un nuevo motivo por el cual seguir luchando en esta vida que cada día esta mas infestada de suciedad; por esa sonrisa, volveríamos a ver lo lindo que era vivir felices; entonces comprendí, me voltea a ver con una sonrisa en su cara que siempre recordaré pura y majestuosa; al momento que yo realicé la misma acción, sentí una energía inmensa llena de amistad, alegría y todas esas emociones puras que uno pudiera sentir, era inexplicable todo eso, lo único de lo que estaba seguro era de que él me “sonreía con el corazón”, entonces, llegamos al colegio bajamos los dos con un nuevo motivo por el cual creer en este mundo y seguir luchando.
Cruzamos la calle y sin darnos cuenta, Juan Carlos se quedó atrás; un coche iba directo hacia él, sin pensarlo me lancé a salvarlo, sin medir que yo sería quien seria lastimado………….”Sí; morí y el vivió” y si alguien me preguntara por qué lo hice, sólo contestaría: “Lo hice porque él me sonrío con el corazón”.
Sonríele a una persona sin conocerla, no por el simple hecho de sonreír, sino por el solo motivo de tener otra razón por la cual vivir. “ Porque la sonrisa del corazón es el mejor regalo del mundo”.
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