Enojado estaba el profesor Montalvo
pues calificando exámenes a
todos sus alumnos reprobó.
Tanta era su desilusión
que llegó la calaca
y un susto le pego.
Él, asustado tremendo
grito pego que sorda
y aturdida a la calaca dejó.
Desapareció, regresando al
panteón, pero invitando al
profesor que pronto se verían.
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