“El hecho de que yo sea conyugue, hijo, padre o amigo de un alcohólico, no me
da el derecho a controlarlo. Al tratarlo como un niño malcriado e irresponsable, lo único que logro es empeorar la situación.”
UN DÍA A LA VEZ EN AL-ANON
Las personas que viven con un problema, ya sea adicciones, sexuales, emocionales, etcétera. Tienen el derecho de ser respetadas por el simple hecho de ser un ser humano, pues todos cometemos errores, nadie es perfecto, y si a estas personas se les quiere ayudar no es con ofensas, maltratos, discriminación, golpes, gritos, etcétera; pues solo con ello se daña más a la persona, se le hiere,
se le baja el autoestima, se le crea mas inseguridad, haciendo mas grande su problema.
Para combatir ello y de verdad ayudar a esa persona es escuchándola, hablándole, dándole consejos, pero dejando que a su vez esta tome sus propias decisiones, pues ella es la única que tiene las riendas de su vida, podemos comentarle, hacerle ver las cosas, pero no podemos tomar una decisión por ellos ya que no nos compete, ya que cada quien es dueño de su vida y debe afrontar las consecuencias de las decisiones tomadas para así crecer como ser
humano, obtener aprendizajes, sabiduría, experiencia y sabernos levantar cuando tropezamos, pes la vida esta llena de altas y bajas.
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